¡Crear una empresa de servicios puede ser una aventura emocionante y gratificante! Sin embargo, también es un camino lleno de desafíos ya que no todo es color de rosa en el camino del emprendimiento. Prepárate para enfrentar obstáculos como la gestión de las finanzas, la competencia feroz y la variación en la demanda de tus servicios. ¿La clave? Aquí te lo contamos.

  

Primero lo primero, para crear una empresa de servicios legalmente en México, es importante cumplir con una serie de requisitos legales y administrativos: 

Existen diferentes tipos de sociedades en México, y cada una tiene características y beneficios diferentes. Algunas de las más comunes son: 

  • Sociedad Anónima (S.A.) o Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. de R.L.): Recomendada para empresas con dos o más socios. 

Debes verificar y registrar el nombre de tu empresa ante la Secretaría de Economía (SE) en la plataforma del Sistema Electrónico de Publicaciones de Sociedades Mercantiles (PES). Esto asegura que el nombre sea único y esté disponible. Para la mayoría de las sociedades, como la S.A. o S. de R.L., es necesario acudir con un notario público. En el caso de una S.A.S., puedes hacer este proceso de forma electrónica sin un notario. 

Para facilitar la administración financiera y cumplir con los requisitos fiscales, abre una cuenta bancaria empresarial. La mayoría de los bancos requieren el acta constitutiva, el RFC, y la identificación de los representantes legales. 

El RFC es el equivalente al número fiscal en México y lo necesitas para operar. Puedes tramitarlo en el portal del SAT (Servicio de Administración Tributaria) de forma gratuita. Esto también implica la elección de un régimen fiscal acorde a tu actividad. Si planeas contratar empleados, debes registrarte ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para brindarles acceso a la seguridad social. Esto es obligatorio para todas las empresas con trabajadores. 

Dependiendo del tipo de servicio y del estado en el que estés operando, podrías necesitar licencias municipales o permisos especiales. Infórmate en tu municipio para verificar qué trámites son necesarios, los requisitos pueden variar según la ubicación y la naturaleza de la actividad, por ejemplo, una Licencia de Ocupación de Vía Pública se utiliza para usar espacios públicos, como calles o plazas, para actividades comerciales o eventos. 

También podrías necesitar dar de alta registros de protección de datos personales (INAI) o cumplir con normativas específicas. En servicios financieros, médicos, o relacionados con información confidencial, estas regulaciones son obligatorias, por lo que proteger tu empresa es un paso imperdible. Es recomendable consultar a un abogado para asegurar que estos documentos cumplan con la ley y te protejan en caso de disputas. 

Si ofreces servicios al público, considera las regulaciones de la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) para garantizar que la publicidad y los contratos de servicios cumplan con los derechos del consumidor. 

Con estos pasos habrás cumplido los requisitos legales necesarios para operar en México y estarás listo para arrancar. 

Ahora bien, cumpliendo con los requisitos legales necesarios ¡pasemos con los tips imperdibles para que tu empresa tome rumbo a otro nivel! 

Investiga quiénes son tus competidores y cómo está estructurado el mercado. Identifica áreas de oportunidad, posibles nichos y necesidades insatisfechas. Esto te ayudará a ajustar tus servicios y a enfocarte mejor. Puede que esas necesidades insatisfechas te lleven a catapultar tus servicios en los mejores del mercado ¡búscalas! 

Un buen plan incluye la descripción de tus servicios, análisis de mercado, estructura de precios, estrategias de marketing, contabilidad y proyecciones financieras. También, ayuda a definir tus objetivos a corto y largo plazo, y facilita la búsqueda de financiamiento si lo necesitas. 

Piensa en que te hace especial ante tu competencia, definir tu propuesta de valor es importante para entender qué te hace único y por qué los clientes deberían elegirte. Define claramente el tipo de servicio que ofreces, los problemas que resuelves y qué ventajas les das a tus clientes en comparación con otros. 

En los servicios, el flujo de efectivo es clave, especialmente si tienes pagos mensuales o proyectos largos. Considera delegar tu contabilidad para garantizar que no exista ningún problema fiscal, tener problemas con el SAT puede salir muy caro, adicional un contador puede ayudarte a generar estrategias fiscales para que siempre tus ingresos puedan cubrir tus costos.  

En México, las empresas tienen obligaciones fiscales que incluyen la presentación de declaraciones mensuales, anuales y el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), IVA, y, en algunos casos, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Mantente al día con el pago de impuestos para evitar multas. La transparencia financiera y la actualización de los libros corporativos (si aplican) ayudan a mantener una buena organización y a cumplir con auditorías. 

¡Recuerda controlar tus gastos para no quedarte sin capital! 

Define el tipo de sociedad más conveniente para tu negocio (persona física o moral, por ejemplo) y realiza los trámites legales y fiscales necesarios. Tener todo en regla desde el inicio evitará problemas legales en el futuro. 

La visibilidad es crucial para captar clientes. Considera una combinación de marketing digital (redes sociales, SEO, anuncios) y marketing tradicional si aplica a tu servicio. El networking y las recomendaciones de boca en boca también son poderosos en los servicios. 

Aunque puedas empezar solo, eventualmente necesitarás colaboradores que compartan tu visión. Invierte tiempo en la contratación y capacitación para que el equipo se alinee con los valores y la calidad de servicio que quieres ofrecer. Definir procesos claros y métricas te permitirá operar con mayor eficiencia. Medir el rendimiento y la calidad del servicio es esencial para saber si estás cumpliendo los estándares o si hay áreas de mejora. 

En el sector de servicios, la satisfacción del cliente es fundamental. Escucha a tus clientes, recopila retroalimentación y ajusta tus procesos según sea necesario. Esto construye confianza y ayuda a fidelizar.  La adaptación y la paciencia son claves. Los primeros meses pueden ser complicados, pero si tienes una buena estrategia, un equipo comprometido y si mantienes el foco, las probabilidades de éxito aumentarán.

¿Tienes alguna experiencia o pregunta sobre cómo crear una empresa? ¡Déjalo saber en los comentarios!

Itzel Navarrete – Comunicóloga y Periodista Empresarial.

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