El cálculo y la presentación de pagos provisionales son procesos esenciales para cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) en México. Estos pagos consisten en anticipos mensuales que los contribuyentes deben realizar para cubrir el impuesto correspondiente al ejercicio fiscal en curso. Están diseñados para facilitar el cumplimiento tributario y evitar acumulaciones excesivas al final del año.
Pasos para calcular los pagos provisionales
- Determina los ingresos acumulables
Incluye todos los ingresos obtenidos durante el periodo correspondiente, sin incluir el IVA. Los ingresos acumulables son aquellos que derivan de actividades económicas como ventas, servicios o rentas. - Aplica las deducciones autorizadas
Resta los gastos deducibles relacionados con la actividad económica, como nóminas, servicios, arrendamientos, materias primas, y cualquier gasto permitido según la Ley del ISR. - Calcula la utilidad fiscal del periodo
La utilidad fiscal es la diferencia entre los ingresos acumulables y las deducciones autorizadas. Si existieron pérdidas fiscales de ejercicios anteriores, estas pueden amortizarse en este cálculo. - Aplica la tasa del ISR correspondiente
- Para personas físicas: Se utiliza la tarifa progresiva mensual del artículo 96 de la Ley del ISR.
- Para personas morales: Se aplica la tasa corporativa fija del 30%.
- Resta los pagos provisionales anteriores
Acredita los pagos efectuados en meses anteriores contra el impuesto provisional del periodo actual. - Acredita retenciones y estímulos fiscales
Si te han retenido impuestos (por ejemplo, clientes que actúan como retenedores de ISR o IVA), puedes deducir estas cantidades del pago calculado. - Calcula el ISR provisional a pagar
El monto final será la diferencia entre el impuesto calculado y los pagos, retenciones, o estímulos acreditables.
Herramientas y plazos
El cálculo y la presentación de pagos provisionales se realizan en el portal del SAT, utilizando el Servicio de Declaraciones y Pagos (DyP). Los pagos deben efectuarse durante los primeros 17 días del mes siguiente al periodo declarado.
El objetivo principal de los pagos provisionales es mantener al día las contribuciones fiscales, permitiendo a las autoridades contar con un flujo constante de recursos para financiar las necesidades públicas. Además, este sistema ayuda a las empresas a evitar el pago de grandes sumas al cierre del ejercicio fiscal, distribuyendo la carga tributaria a lo largo del año.

Uno de los aspectos clave a considerar es la correcta determinación de los ingresos acumulables y las deducciones, ya que errores pueden derivar en multas o ajustes posteriores. También es fundamental llevar un registro adecuado de los pagos realizados para su correcta acreditación en la declaración anual.
El impacto financiero de los pagos provisionales varía según el tipo de contribuyente. Para las empresas, mantener al día estos pagos asegura que sus estados financieros reflejen una situación realista y previene problemas de liquidez derivados de pagos acumulativos. En el caso de las personas físicas con actividad empresarial, facilita la gestión de su flujo de efectivo, especialmente cuando los ingresos son variables.
Ejemplo del cálculo del pago provisional
Concepto | Monto |
---|---|
Ingresos acumulables | $500,000 |
Deducciones autorizadas | $300,000 |
Utilidad fiscal | $200,000 |
Tasa aplicable (ejemplo) | 30% |
ISR provisional calculado | $60,000 |
Entre las recomendaciones más importantes para cumplir adecuadamente con los pagos provisionales se encuentran la correcta clasificación de ingresos y deducciones, el uso de herramientas automatizadas para evitar errores de cálculo y el seguimiento estricto de las fechas de vencimiento. Es importante destacar que estos pagos están regulados por el artículo 14 de la Ley del ISR, que detalla las obligaciones de los contribuyentes en relación con los pagos provisionales.
Preguntas frecuentes
¿Cómo calcular el monto exacto de tus pagos provisionales?
El cálculo de los pagos provisionales se basa en la utilidad fiscal del periodo y los ingresos acumulables del contribuyente. Este cálculo varía dependiendo de si eres una persona física o una persona moral, pero el proceso general incluye los siguientes pasos:
–Determina los ingresos acumulables: Suma todos los ingresos obtenidos durante el periodo correspondiente, ya sea mensual o trimestral, según tu régimen fiscal.
–Aplica las deducciones autorizadas: Resta los gastos deducibles, como nóminas, compras de inventarios, servicios relacionados con la actividad, entre otros.
–Calcula la utilidad fiscal: Este es el resultado de los ingresos acumulables menos las deducciones autorizadas y, si aplica, la amortización de pérdidas fiscales de años anteriores.
–Aplica la tasa correspondiente: Para personas morales, se utiliza la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) vigente (30%); para personas físicas, se utiliza la tarifa progresiva mensual establecida en el artículo 96 de la Ley del ISR.
–Resta los pagos provisionales previos: Si ya realizaste pagos provisionales en meses anteriores, estos se acreditan para determinar el monto final a pagar.
-Incluye retenciones de ISR: Si otros contribuyentes te han retenido ISR, también puedes acreditarlo para reducir el monto a pagar.

¿Cuáles son las consecuencias de no presentar los pagos provisionales a tiempo?
No presentar los pagos provisionales dentro de los plazos establecidos puede acarrear múltiples consecuencias:
-Multas: El Servicio de Administración Tributaria (SAT) puede imponer multas por incumplimiento. Según el Código Fiscal de la Federación, estas multas pueden variar según la gravedad del caso y el monto no declarado.
–Recargos: Por cada día de retraso en el pago, se generan recargos que incrementan el monto total adeudado.
–Actualización de contribuciones: Si el incumplimiento se prolonga, las cantidades no pagadas pueden actualizarse conforme al índice nacional de precios al consumidor (INPC).
-Suspensión del Certificado de Sello Digital (CSD): El SAT podría suspender tu CSD, impidiéndote emitir facturas electrónicas, lo que afecta directamente tus operaciones.
–Auditorías fiscales: No presentar pagos provisionales puede desencadenar revisiones por parte del SAT, exponiendo al contribuyente a fiscalizaciones adicionales.
–Problemas con créditos fiscales: Si el SAT detecta omisiones, puede emitir créditos fiscales que incluyen multas, recargos y actualizaciones, además de iniciar procedimientos de cobro coactivo, como embargos.
Para evitar estas consecuencias, es esencial cumplir con los plazos mensuales de presentación, que generalmente son los primeros 17 días del mes siguiente al periodo que se declara. Además, puedes apoyarte en software contable o consultar con un contador para garantizar que tus obligaciones fiscales estén al día.
Una consulta común es si los pagos provisionales pueden generar saldos a favor. La respuesta es afirmativa:
Si el monto pagado excede el ISR del ejercicio, el contribuyente puede solicitar la devolución del saldo o compensarlo contra otras obligaciones fiscales. Otra duda frecuente es qué ocurre si no se realizan los pagos en tiempo. En estos casos, el SAT puede aplicar recargos y multas, por lo que es crucial cumplir con las fechas establecidas.

El cálculo y la presentación de pagos provisionales es una herramienta para mantener finanzas ordenadas y evitar sanciones. Cumplir con este proceso garantiza tranquilidad fiscal y permite a los contribuyentes concentrarse en el crecimiento de sus actividades económicas.
Itzel Navarrete – Comunicóloga y Periodista Empresarial
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